Los anillos
se usan para hacer rulos chicos, tan chicos que no se pueden hacer con un
rulero, ni con la planchita. Calculamos que por cada rulero pueden entrar entre
2 y 4 anillos.
El efecto
que se consigue es una onda aplanada (diferente al rulo hueco que se consigue con ruleros), o un movimiento de onda en el cabello
largo.
La técnica
es muy divertida porque es un trabajo bien artesano, cada mechoncito hay que
enrollarlo en el dedo y enroscarlo cual caracol.
Y, como todo
trabajo de peluquería, puede variar el resultado según como lo hagamos:
- Si lo
pegamos al cuero cabelludo queda una onda firme y duradera.
- Si queremos una
onda mas suave lo despegamos un poco de la raíz.
- Y sino, directamente lo
podemos hacer en la punta para darle una buena terminación a la mecha.
También es
un buen método para separar las mechas finas en trabajos que requieren una
buena penetración en cada pelo. Por ejemplo en el alisado definitivo.